¿Cómo afecta el cambio de hora a las personas con demencia?
Cada otoño e invierno, con el cambio de hora que nos lleva del horario de verano al horario estándar, muchas personas experimentan alteraciones en su rutina diaria. Para la mayoría, el ajuste puede ser una pequeña incomodidad, pero para las personas con demencia, este cambio puede tener un impacto mucho más significativo. ¿Cómo afecta el cambio de hora a las personas con demencia? Los pacientes con demencia, como aquellos que sufren de Alzheimer u otras formas de deterioro cognitivo, pueden tener dificultades para adaptarse a este cambio en el ciclo natural del día, lo que genera confusión, ansiedad y alteraciones en su bienestar general.
Como profesionales, familiares y cuidadores que acompañamos a personas con demencia, debemos ser conscientes del efecto que puede tener el cambio de hora y tomar medidas proactivas para ayudarles a adaptarse de la mejor manera posible.
¿Por qué el cambio de hora afecta tanto a los pacientes con demencia?
El cerebro de una persona con demencia ya está luchando con la orientación temporal y espacial, por lo que el cambio de hora puede agravar esta confusión. El ritmo circadiano, que es el reloj biológico que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia, es particularmente vulnerable en estos pacientes. La alteración de este ciclo puede desencadenar problemas como insomnio, inquietud nocturna y mayor agitación durante el día.
Algunos estudios han demostrado que las personas con demencia son más propensas a desarrollar un síndrome conocido como «síndrome del ocaso», en el cual se incrementa la confusión, la desorientación y la agitación a medida que oscurece el día. Cambiar la hora agrava estos síntomas porque desestabiliza la percepción del tiempo y la estructura del día, que ya de por sí está alterada en estos pacientes.
Consejos prácticos para minimizar los efectos del cambio de hora en las personas con demencia
1. Introducir cambios de manera gradual
Un ajuste repentino puede ser difícil de procesar para alguien con demencia. Si es posible, en lugar de hacer el cambio de hora de golpe, adelanta o retrasa las actividades diarias en pequeños incrementos de 15 minutos durante varios días antes del cambio oficial de hora. Este enfoque paulatino ayudará a suavizar la transición sin una disrupción abrupta.
2. Mantener una rutina constante
Los pacientes con demencia se benefician enormemente de las rutinas regulares. Las actividades diarias como las comidas, las caminatas y las siestas deben ocurrir a la misma hora todos los días. Al mantener la estructura constante, ayudas a su cerebro a conservar un sentido de seguridad y estabilidad. Después del cambio de hora, asegúrate de mantener las rutinas lo más consistente posible, ajustando la nueva hora al reloj sin modificar las actividades importantes.
3. Maximizar la exposición a la luz natural
La luz natural juega un papel clave en la regulación del reloj biológico. Durante los días más cortos, asegúrate de que tu familiar o paciente con demencia tenga tiempos de exposición a la luz solar, preferiblemente por la mañana. Esto puede ayudar a restablecer su ritmo circadiano y reducir los síntomas del síndrome del ocaso. Si no es posible tener acceso a la luz solar natural, considerar el uso de una lámpara de terapia de luz (lámpara de fototerapia) puede ser una excelente opción para estabilizar los ritmos del sueño y la vigilia.
4. Crear un ambiente tranquilo y confortable por la noche
A medida que se acerca la noche, es importante que el entorno sea relajante y que esté diseñado para reducir el estrés. Esto puede incluir disminuir las luces, reducir los ruidos, y promover actividades relajantes como escuchar música suave o leer. El uso de cortinas gruesas que bloqueen la luz exterior también puede ser beneficioso para evitar el desajuste visual que provoca el cambio de horario.
5. Controlar la dieta y la actividad física
Limitar la cafeína y los azúcares en las horas previas a acostarse puede ayudar a reducir la agitación y favorecer un mejor descanso. Además, las personas con demencia suelen responder bien a actividades físicas suaves durante el día, como caminar, lo que les ayuda a gastar energía de manera saludable y mejorar su ciclo de sueño.
6. Comunicación abierta con los cuidadores y familiares
Es importante que los cuidadores y familiares estén en sintonía respecto a los cambios en las rutinas y ajustes que se hagan durante el cambio de hora. Compartir las estrategias, horarios y enfoques entre todos asegura que el paciente tenga un entorno estable y coherente.
Terapias complementarias para mitigar los efectos del cambio de hora
En INIMA Rehabilitación, contamos con una variedad de terapias complementarias que pueden ser extremadamente útiles para que los pacientes con demencia enfrenten este cambio de manera más suave. Algunas de las más efectivas son:
Fisioterapia a domicilio
La fisioterapia no solo mejora la movilidad y el estado físico general de los pacientes, sino que también tiene un impacto positivo en su bienestar emocional y cognitivo. Un programa regular de ejercicios, adaptado a las capacidades del paciente, puede ayudar a mejorar su sueño y a reducir la ansiedad que puede surgir del cambio de hora. Ejercicios suaves, como caminatas asistidas o movimientos rítmicos en casa, pueden ayudar a los pacientes a mantener un sentido de estructura y reducir la agitación.
Puedes consultar en qué consiste la fisioterapia a domicilio en este enlace.
Terapia ocupacional a domicilio
La terapia ocupacional se centra en ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades y actividades significativas en su día a día. Durante el cambio de hora, los terapeutas ocupacionales pueden trabajar con los pacientes y sus familias para ajustar las rutinas, facilitando la adaptación a los nuevos horarios de manera que sea cómoda y predecible. Esto puede incluir el desarrollo de actividades de la vida diaria en momentos específicos, como el autocuidado, que refuercen la orientación temporal y aumenten la independencia del paciente.
Puedes consultar en qué consiste la terapia ocupacional a domicilio en este enlace
Estimulación cognitiva a domicilio
El servicio de estimulación cognitiva que ofrecemos en INIMA Rehabilitación juega un papel crucial en el manejo de los cambios de rutina. A través de ejercicios que fomentan la memoria, la atención y la planificación, se ayuda al paciente a manejar mejor los cambios de su entorno, como el cambio de hora. Las actividades cognitivas pueden incluir juegos, rompecabezas o tareas que mantengan la mente activa, y pueden adaptarse para que coincidan con el nuevo horario, ayudando a reorientar el ciclo diario.
Además, la estimulación cognitiva también puede incluir la incorporación de técnicas de relajación y mindfulness, que pueden ser especialmente útiles para reducir la ansiedad asociada con la confusión del cambio de hora.
Puedes consultar en qué consiste la estimulación cognitiva a domicilio en este enlace
¿Qué impacto tiene el cambio de hora en familiares y cuidadores?
El cambio de hora no solo afecta a los pacientes con demencia, sino también a quienes cuidan de ellos. Los cuidadores pueden sentirse más frustrados o agotados cuando los síntomas de desorientación aumentan. Es esencial que los cuidadores se tomen tiempo para cuidar de sí mismos y busquen apoyo cuando sea necesario. Mantenerse informado y contar con una red de apoyo es clave para afrontar estos momentos de cambio con mayor fortaleza emocional.
El cambio de hora puede ser una experiencia desafiante para los pacientes con demencia y sus cuidadores, pero con una planificación adecuada y estrategias simples, es posible mitigar sus efectos. Recuerda que, al final del día, el objetivo es proporcionar un ambiente que promueva el bienestar y la seguridad del paciente. Mantener una rutina estructurada, aprovechar la luz natural, y ajustar gradualmente los horarios son formas efectivas de ayudar a los pacientes con demencia a transitar de manera más tranquila por el cambio de hora.
ENLACES DE INTERÉS:
Confederación Española de Alzheimer y otras demencias (CEAFA)